Un poco de historia
En el Señorío de Arínzano, en pleno Camino de Santiago, se encuentra este paraje con esencia e identidad: es el Pago de Arínzano. Un espacio protegido que en su interior guarda un hábitat en el que la viña y el bosque conviven con una historia viva y en constante evolución.
Arínzano tiene una historia. La excelencia de sus viñedos ya se apreciaron desde el siglo XI, cuando el señor Sancho Fortuñones de Arínzano elaboró por primera vez vinos en la propiedad. En el siglo XVI, el palacio pertenecía a mosén Lope de Eulate, señor de Arínzano, y consejero del rey Juan de Labrit. En el siglo XVIII, la propiedad había pasado a manos del Marqués de Zabalegui, que ordenó la construcción de la actual casona para poder disfrutar de la belleza natural de la propiedad. A principios del siglo XIX, se edificó la pequeña iglesia dedicada a San Martín de Tours, una de las escasas construcciones religiosas de Navarra de estilo neoclásico. La propiedad cayó en desuso hasta que en 1988, la familia Chivite la redescubrió. Hoy son unas 300 ha. de las que casi la mitad se han dedicado al cultivo de la vid, logrando mantener el equilibrio natural de la finca.
Y fue así como las viñas comenzaron a recuperar su espacio. Se plantó cuidadosamente cada variedad en cada parcela, y se diseñó y construyó la bodega que firma Rafael Moneo, premio Pritzker, una estructura que acoge los tres edificios históricos existentes, un homenaje a un pasado que hoy se puede palpar. SSMM Los Reyes la inauguraron en el año 2002.
La bodega plasma la filosofía de la propiedad, y supone un diálogo fluido y continuo entre la arquitectura y su entorno. Integrada en el paisaje, se ha buscado convertirla en un elemento natural, con unos cuerpos de edificio sencillos, donde el diseño se aprecia desde el interior. Formas sencillas y materiales respetuosos con el medioambiente.
Los vinos de Arinzano.
Arínzano es la primera propiedad del norte de España en haber recibido el reconocimiento de Pago, la máxima categoría que puede obtener un vino en la península, superior a la Denominación de Origen Calificada. Cada botella de Arínzano atesora no sólo el clima, la geología, el paso de los años, la historia, la vieja y la nueva arquitectura, … guarda una forma de entender la viticultura, y es la consecuencia de un estilo de vida que tiene sus raíces en 1647 y que encontró en el vino el nexo de unión. Julián Chivite, su presidente, es la undécima generación.
Y aquí las uvas son las verdaderas protagonistas: siguen un flujo orgánico a lo largo de la bodega que garantiza un tratamiento delicado y un control preciso a través de todo el proceso de elaboración del vino. Se trata de utilizar las técnicas más avanzadas y cuidadosas para garantizar un tratamiento artesanal a través de todo el proceso que tiene como eje la viticultura sostenible, y se ha buscado compatibilizar la explotación vitivinícola con el respeto al entorno. Por eso se puso en marcha el “Proyecto para la Conservación de la Naturaleza del Señorío de Arínzano”, con pleno respaldo de World Wide Adena.
En Arínzano hoy se elabora uno de los vinos más reconocidos por la crítica nacional e internacional, el Gran Vino de Arínzano. Han salido al mercado tan sólo cuatro añadas: 2000, 2001, 2002 y 2004. Recientemente se ha lanzado el segundo vino Arínzano La Casona 2008. Para lograrlos las mejores uvas se vendimian a mano y soportan una doble selección, primero en la viña y después en las mesas de selección. Se transfieren a las cubas de fermentación mediante un sistema de bandas y todos los movimientos se efectúan por gravedad, para garantizar el tratamiento más delicado. Las uvas de cada parcela fermentan y envejecen por separado para obtener los diferentes matices de cada situación geoclimática de la Finca. Toda la fermentación maloláctica se realiza en barrica, sólo de roble francés de los mejores bosques, mayoritariamente nuevas. Y después madura en botella.
Enoturismo de lujo
El programa que ha lanzado Propiedad de Arínzano Vinos de Pago nos permite no sólo recorrer los viñedos, conocer a pie de viña sus singularidades, disfrutar de su río y su entorno sino también acercarnos a su historia, a la pasada y a la actual. Conocer de cerca cómo se elaboran los vinos, cómo tradición y modernidad se dan la mano para obtener lo mejor de unas viñas únicas; acercarse a la estructura diseñada por Moneo, recorrer la sala de elaboración o la espectacular nave de barricas,… Y tras una intensa jornada nada mejor que reponer fuerzas y deleitarse con la gastronomía de la zona regada con una selección de los mejores vinos de la Propiedad de Arínzano.
Enoturismo a la carta, ya que es posible elegir entre varios menús, desde los más tradicionales a los más vanguardistas o de autor y también distintas opciones de cata. Desde 65€ (IVA no incluido). Imprescindible reserva previa (desde 6 personas).
PROPIEDAD DE ARÍNZANO VINOS DE PAGO S.L.
Carretera NA- 132, KM. 3,1. 31292 Arínzano
TEL: +34 948 555 285; FAX: +34 948 555 415