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El vermut, bebida milenaria que sigue viva

Ya llevamos unos años en los que la expresión de tomar el vermut es actual y no resulta demodé. Puede parecer absurda esta expresión pero es real. Hay varias marcas que comercializan esta bebida y a excepción del vermut de grifo, que siempre se ha considerado más económico que el envasado, no es barato si es bueno.

El vermú, vermut o vermouth se elabora básicamente con vino blanco, ajenjo y otras hierbas aromáticas, que varía según el productor. Es una bebida de origen italiano cuya base está formada por vinos blancos, fuertes y aromáticos, que se maceran con hierbas y condimentos, como la genciana, la manzanilla,  anís estrellado, hinojo, vainilla,  ruibarbo…Según el azúcar que contienen, se suelen diferenciar en secos (dry) y dulces, pudiendo ser estos últimos blancos o rojos. Su graduación está entre los 16º y los 18º. Cada vermut es diferente y el éxito de un buen vermut va a ser además del vino bases la proporción empleada en la mezcla de hierbas, plantas y flores.

La estrella del vermut es el ajenjo  (Artemisia absinthium) es una planta perenne o de arbusto que crece prácticamente en todo el planeta. En su aspecto, se caracteriza por sus hojas profundamente dentadas y sus pequeñas flores amarillas. Literalmente y en cierto sentido metafórico, el ajenjo crece a menudo entre los desperdicios. Las hojas son de un sabor amargo, y por eso la palabra ajenjo también se usa para describir algo doloroso y amargo.

Históricamente, esta hierba se ha utilizado para diversos propósitos: como hierba medicinal, como vermífugo (para expulsar las lombrices intestinales),  como protector contra plagas, como disuasorio contra los bichos (especialmente pulgas), y como el ingrediente estrella en el tristemente célebre licor de absenta, por nombrar algunas de sus aplicaciones. La aplicación que encuentro más perversamente curiosa es el uso, documentado por los antiguos egipcios, como parte de un tratamiento contra dolores en el ano causados por demonios. 

La forma latina del nombre (Artemisia absinthium) indica que la hierba fue llamada así por la diosa Artemisa, diosa de la caza en la mitología Griega.En la Biblia también se cita, en varias ocasiones, al ajenjo como símil de dolor y amargura.

Para saber el origen del vermut, habría que remontarse a las bebidas maceradas con hierbas que se elaboraban en Egipto, Roma e incluso se deduce que en la Odisea, la reina Helena ofrece a su esposo Menelao, una especie de vermut, es decir vino con hierbas aromáticas. También el vino hipocrático, que elaboraba Hipócrates – médico del siglo V a.C. – debía de ser una especie de vermut con fines medicinales en el que ajenjo no faltaba.  

Pero hasta finales del siglo XVIII no se elaboró lo que se asemeja a los vermuts actuales. Su creador parece ser que fue un ciudadano de Turín, Antonio Benedetto Carpano, quien mezcló vino y asenjo  que en alemán se llama wermut. tabernero de Turín, en 1786. El que fuera proveedor de la Casa Real de Cerdeña creó una bebida popularizada en el café de Marendazzo, donde trabajaba, en los soportales de la Piazza del Castello.