Diccionario de la A a la Z

Agua:

Es tan importante que el 60% del cuerpo humano es agua. En los bebés y niños este porcentaje es mayor.

El agua es vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo; disuelve las substancias nutritivas y las transporta a todas las células, de las que recibe las substancias de desecho que son luego rechazadas por medio de su disolución en el agua, del sudor, de las heces y de la orina. Además controla la temperatura corporal.

 

El consumo de agua al cabo del día en una persona es de 2,5 litros díarios. Lo cierto es que una parte de este agua lo proporcionan los alimentos (la leche, frutas, verduras, clara de huevo...), las infusiones, los zumos, pero el agua sola es fundamental.

 

La falta de agua en el organismo provoca la deshidratación que si no se coge a tiempo puede provocar la muerte. Los bebés, los niños y los ancianos son los que corren más riesgo de sufrirlas , ya que necesitan un seguimiento muy cercano de su alimentación y mucho más ante cualquier proceso de diarrea, vómitos, temperatura ambiental muy alta....en definitiva todas las circunstancias favorables para que se pierda agua de una forma rápida.

A veces, lo síntomas de deshidratación pasan desapercibidos, ya que el cansancio y un cuadro de debilidad general, no se asocia siempre a una falta de agua en el organismo.

 

El agua potable en principio es aquella que sale por el grifo de casa y que está tratada para que no provoque ningún tipo de reacción adversa en el organismo. Esto es en teoría, ya que en muchos sitios, sobre todo localidades pequeñas, a veces la potabilidad del agua sufre alteraciones por diferentes motivos. Cada día más se tiende a filtrar en los domicilios el agua potable , por lo general, para eliminar los residuos metálicos.

Las aguas minerales no son todas iguales. Hay que elegirlas de forma adecuada, ya que dependiendo del contenido de minerales será adecuada o no para una determinada persona. Hay aguas oligominerales que cumplen una función diurética y que en algunos casos se recomienda su consumo para eliminar cálculos y arenillas renales, pero que si se ingieren por personas que no tienen ese problema pueden producir un efecto no deseable. Las aguas ferruginosas y arsenicales son muy buenasen los casos de anemia, las sulfúreas son adecuadas para el hígado y vías biliares, mientras las alcalinas son recomendables para diferentes patologías del metabolismo. Hay una gran variedad de aguas minerales y hay que leer la etiqueta bien antes de adquirirla.

 

Por todo esto, a los bebés no se les dará agua mineral, sino que será agua potable sometida a un proceso de hervido y oxigenación posterior. esto es, se hierve el agua a fuego vivo durante cinco minutos. después se pasará de una jarra a otra varias veces hasta que se temple. Una vez fría, pero siempre a temperatura ambiente, se conservará en una jarra térmica sólo destinada al bebé, tanto para que la beba en un biberón como para preparar los biberones de leche maternizada como los de cereales.

 

Las aguas con gas son recomendables para personas con cierta tendencia al estreñimiento y que tengan un estómago hipotónico, es decir , perezoso. pero no son indicadas para personas que sufran de aerofagia.

 

Ver Alimentación.