Color blanco. Se considera ‘’comodín’’. Es la suma de todos los colores. En la naturaleza el blanco se identifica con el cielo.
Las verduras de estos colores tienen unas propiedades excepcionales (cebolla, ajo, hinojo, coliflor, espárrago blanco). Su presencia es destacable en los elementos decorativos de una cocina, puesto que la cocina es una de las habitaciones de la casa que más limpieza necesita y el color blanco representa la pureza.
Su uso está muy extendido, y sus propiedades son especialmente positivas cuando se mezcla con un poco de marrón y más negativas cuando se emplea junto con el amarillo, como por ejemplo unos huevos fritos, cuyo consumo en exceso puede provocar problemas cardiovasculares a largo plazo.
Los alimentos blancos, como la leche y algunos derivados (cuajada, yogur, requesón, queso) son muy completos y aportan gran cantidad de beneficios, entre los que destacan su ayuda a prevenir la diabetes y a reducir la presión arterial, así como su poder para mejorar el sistema inmunológico. Por otro lado, si se abusa de estos alimentos, pueden resultar muy peligrosos para la salud, especialmente para el corazón, como es el caso de la mantequilla, quesos grasos, manteca de cerdo y tocino.
Los pescados blancos son excelentes para la salud por su aporte de proteínas. El pan es otro alimento excepcional así como las pastas secas (italianas), y cereales que es una fuente muy buena de hidratos de carbono y agua.
Entre los alimentos blancos más destacados están la leche, la cebolla, el ajo, los puerros, el pan, pescados blancos, algunos mariscos… etc.
Las combinaciones posibles con el color blanco son infinitas por encontrarse e todos los grupos de alimentos.
Ver La Cromoterapia en la alimentación.