Diccionario de la A a la Z

Cerezas:

Su origen se sitúa cientos de años antes de Cristo en tierras bañadas por el Mediterráneo. Hay dos clases de cerezas troncales; las ácidas y las dulces. En la actualidad se calcula que hay más de 1.200 variedades de cerezas.

 

En España se cultivan en varias zonas tan dispares como Alicante o Extremadura. Los colores de las cerezas son muy variados, van desde el amarillo-anaranjado hasta el rojo casi negro. El sabor es también muy diferente e incluso la textura de la pulpa.

 

Se puede decir que son unas frutas graciosas por los rabitos con los que se presentan; suelen estar sujetas de dos en dos lo que hace que en los cestos se enreden unas con otras.

 

Se utilizan para tomar directamente como fruta, previamente lavadas en agua fría. Excelentes para elaborar mermelada, confitura, helados, sorbetes, licor y para tartas y pasteles. Para deshuesarlas hay un utensilio muy elemental muy parecido al deshuesador de aceitunas.

 

Las mermeladas y confitura de cereza son estupendas para la caza, así que lo ideal es elaborarlas en su temporada y degustarlas a partir de otoño que es cuando empieza la temporada de caza.

 

Valor nutritivo: glúcidos, potasio, vitaminas C y A. Propiedades laxantes y sólo aportan 58 calorías por cada 100 g.

 

Picotas: son las que se presentan sin rabo, son gruesas y de piel muy oscura casi negra. Sabor muy consistente y dulzón. Se comercializan a partir de mayo previamente a las cerezas. Las propiedades nutritivas son las mismas que las de las cerezas.

 

Guinda: se dedica a licores, aguardientes, escarchadas y en almíbar. Su temporada es mayo y junio.