En las tierras salmantinas se cultivan legumbres como las lentejas; dada su tradición y calidad, están protegidas por la D.E. Lentejas de La Armuña. Se cultivan en varios municipios salmantinos; la mayoría pertenecen a la comarca natural de La Armuña. Otros nombres que recibe es Lenteja rubia de La Armuña y Lenteja gigante de Gomecello. La D.O. sólo ampara la comercialización de las categorías extra y primera, con las correspondientes etiquetas del Consejo Regulador. Las lentejas se pueden preparar desde la forma más sencilla, sin ningún tipo de acompañamiento, hasta formas más contundentes, como potajes, con panceta, con chorizo, costillas de cerdo, chorizo, tocino... o con arroz.
También en la comarca salmantina de La Armuña tienen fama los garbanzos pedrosillanos. Pequeñitos, redondos y con pico muy marcado, una vez cocidos son de una gran finura. Su nombre proviene de una de las localidades donde se cultiva, Pedrosillano el Ralo, núcleo principal de la producción de este garbanzo. Parece ser que cualquier otro tipo de garbanzo que se plante en esta zona se convierte en pedrosillano. La presencia de los garbanzos en la culinaria no sólo salmantina sino también española es proverbial. Se elaboran potajes, garbanzos guisados, ensaladas, cremas...
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Lentejas
Ingredientes:
500 g. de lentejas de La Armuña
una cebolla pequeña
2 zanahorias
2 dientes de ajo
una cucharada de pimentón
150 ml. de aceite de oliva
300 g. de chorizo
sal
Elaboración:
-Se ponen las lentejas a ablandar la noche anterior.
-En una cazuela se pone el aceite, la cebolla muy picada, la zanahoria raspada y cortada en daditos, el ajo picado y el pimentón.
-Se remueve y rápidamente se ponen las lentejas, el chorizo, sal y agua.
-Se cuecen a fuego lento hasta que las lentejas estén tiernas y el caldo trabado.
Originariamente, estas lentejas se hacían en un puchero de barro que se ponía a la lumbre y se cocían suavemente durante dos horas. Se tomaba con frecuencia para cenar en ocasiones especiales, alternando con las alubias blancas.