- Pon a cocer a fuego medio en una cazuela las pochas desgranadas cubiertas con agua y un diente de ajo. Semitapa la cazuela.
- Una vez que rompa el hervor que será siempre suave, añadirás agua fría tantas veces como sea necesario pero en pequeñas cantidades. El tiempo de cocción será de una media hora aproximadamente.
- Pon las alcachofas escurridas de su agua de conserva en un cuenco con agua templada.
- En una sartén aparte vierte 100 ml. de aceite y sofríe el puerro muy picadito, el pimiento verde cortado también en trocitos muy pequeños, el diente de ajo prensado, la zanahoria raspada y cortada en rodajitas casi transparentes y sal.
- Tapa la sartén y mantén el fuego al mínimo. Remueve de vez en cuando hasta que la verdura esté muy pochada.
- Agrega el vino blanco y destapa la sartén .Mantén la cocción hasta que el vino se haya evaporado.
- Vierte todo sobre las pochas y mueve la cazuela enérgicamente. En este momento las pochas ya estarán tiernas.
- Mantén el fuego al mínimo y añade las alcachofas escurridas del agua y cortadas por la mitad . Conviene que cueza todo junto diez minutos.
- Rectifica el punto de sal y apaga el fuego. Si puedes deja reposar dos horas y las vuelves a calentar para servir.
Las pochas deberán quedar suaves pero no deshechas, así que controla bien el tiempo de cocción ya que cuando agregues las verduras deberán cocer diez minutos más.
Como el pochado de verduras tarda bastante tiempo para que queden bien a fuego suave, si lo prefieres empieza primero por la elaboración de las verduras y una vez que ya estén al fuego pones las pochas a cocer.
Cuando haya alcachofas naturales, no dudes en ponerlas, eso sí, deberás dejarlas limpias hasta llegar al corazón.