- Como indica su nombre estas salsas dulces son un acompañamiento para helados, sorbetes, bizcochos, frutas y postres en general. La cantidad que se sirve puede ser simplemente unas gotitas o ser el fondo sobre el que reposarán los otros ingredientes del postre.
La forma más sencilla y rápida de elaborar un coulis es con una mermelada ya hecha. Esta se pone en un cazito, se vierten dos o tres cucharadas de agua y se cuece a fuego suave removiendo constantemente. Cuando esté licuada se tritura con el brazo de la batidora y se vierte en una jarrita. Se sirve fría.
- El hecho de prepararlas en casa es porque siempre quedan más originales y además las combinaciones son infinitas. A veces se agrega un poquito de gelatina para darle más cohesión a la salsa dulce, sobre todo cuando va a ser base de un postre dulce. La gelatina siempre se disuelve en líquido caliente, cuanto más caliente mejor, y si se ve que no se deshace del todo se puede acercar al fuego unos segundos para conseguirlo.Se recomienda gelatina sin sabor, pero si la fruta elegida es roja se puede poner por ejemplo gelatina de fresa, y si es de frutas de pulpa clara, gelatina de limón.
- Si el coulis va a ser degustado por personas mayores se puede aromatizar con un poco de licor de frutas, jerez, cava o sidra natural. Se añadirá la cantidad justa para que se consiga un ligero perfume, sin que invada el sabor propio de la fruta elegida.