- Lava los tomates y pícalos. Pela las cebollas y pícalas también en trocitos. Pela el ajo y córtalos en dos o tres trozos.
- En una sartén honda vierte cuatro cucharadas de aceite y calienta a fuego mediano.Agrega la cebolla y el diente de ajo. Sazona con sal y sofríe a fuego muy suave durante quince minutos.
- Añade los tomates y mezclalos con la cebolla. Deja que se haga a fuego muy suave hasta que veas que el tomate está muy pochado y sin nada de agua.
- Agrega el azúcar y tienes que dejar que el tomate siga cociendo a fuego suave hasta que se vuelva a espesar. Rectifica el punto de sal.
- Mientras tanto, prepara el bonito. Quita la piel a las rodajas de bonito, las espinas laterales y la central. Elimina la parte oscura del bonito y córtalo en trozos de dos centímetros de grosor. Reserva en el frigorífico.
- Lava los pimientos, quita el tallo y las semillas y córtalos en trozos.
- En una cazuela de barro amplia y de base lisa, vierte ocho cucharadas de aceite y los pimientos Sazona con sal y sofríe a fuego suave durante cinco minutos evitando que se quemen.
- A los cinco minutos vierte un vaso y medio de agua. Cuece manteniendo el fuego suave hasta que los pimientos estén tiernos. Debe quedar un poquito de caldo de cocción de los pimientos.
- Pasa la salsa de tomate por el pasapurés encima de los pimientos.
- Coloca los trozos de bonito sazonados con una pizca de sal y hazlos a fuego suave moviendo la cazuela para evitar que se peguen.
- El tiempo de cocción será mínimo, es decir, en cuanto veas que rompe el hervor suave y que los trozos blanquean, les das la vuelta y los mantienes un minuto más. Apagas el fuego, tapas la cazuela un minuto y sirves inmediatamente.
Las patatas a lo pobre o las patatas fritas a la inglesa son un acompañamiento irresistible.