- Limpia las sardinas quitándoles todas las escamas, la espina central y la cabeza.
- Según las limpias pásalas a un recipiente con agua fría. Elimina ese agua y colócalas bien estiradas sobre papel absorbente de cocina con la piel hacia abajo.
- En una sartén vierte siete cucharadas de aceite, la cebolla rallada , las espinacas descongeladas y picadas y sal.
- Saltéalas durante unos minutos a fuego suave hasta que se haya evaporado todo el agua que hayan soltado al descongelarse. Agrega la miga de pan escurrida.
- Distribuye las espinacas poniéndolas encima de la mitad de las sardinas.
-. Cubre el relleno con otra sardina abierta y presiona un poquito con la mano. Sazónalas con sal por los dos lados.
- Pasa por harina y huevo batido las sardinas rellenas y fríelas en aceite caliente.
- Se van pasando a una cazuela de barro redonda para que se mantengan calientes y las cubres con papel de aluminio según las vas friendo.
- Calienta la salsa de tomate frito. Pasa las sardinas a la fuente donde vas a servirlas , espolvoréalas con salvia fresca picadita y pon el centro un cuenco con salsa de tomate frito.
- Corta en cuartos los huevos cocidos y ponlos intercalados entre las sardinas.
Hay que tomarlas recién fritas. Si no fuesen rellenas no importaba freírlas y tomarlas incluso frías. Puedes hacer esta misma receta con boquerones grandes.