- Pasa la harina por un cedazo y déjala caer en un cuenco.
- Haz un hueco en el centro y vierte el agua y el aceite.
- Mezcla primero con una cuchara hasta que puedas.
- Si hiciera falta puedes agregar un poco más de agua templada.
- Pasa la masa a la mesa enharinada y amásala muy suavemente hasta que quede suave y lisa.
- Coloca la bola en un cuenco. Tápala con un paño o dos para que quede en un ambiente caliente. Mantenla media hora.
- Eliege un paño grande limpio y liso de algodón (que no sea de felpa).
- Estira la masa con un rodillo enharinado encima del paño.
- Cuando esté muy fina, lo más fina posible, empieza a meter la mano entre la masa y el paño para despegarla con suavidad pero sin retirarla del paño.
- Calienta el horno a 200ºC.
- Rellena la lámina de pasta pintando toda la superficie con mantequilla.
- Pon una hilera del relleno abundante casi al borde inferior de la masa, ya que será la única hilera que habrá, y con ayuda del paño se enrolla. Para ello levantas el paño y la masa se irá enrollando.
- Coloca el rollo en la bandeja del horno con ayuda del paño, que se quitará una vez que esté el strudel colocado en la bandeja. Barniza con mantequilla y hornea durante 35 minutos.
Se puede espolvorear la lámina antes de rellenar con frutos secos picados, pasas de Corinto o frutas confitadas.