Merluza congelada:
Bajo este nombre a veces se están vendiendo pescados que no son merluza. Pensando que lo que nos venden sí es merluza, depende lo que vayamos a preparar elegiremos diferentes clases de cortes de merluza .
- En filetes y sin espinas: adquiere los que vengan en bolsa, ya que en general, los que se venden al peso, suelen estar recubiertos de una capa de hielo de al menos tres o cuatro milímetros. Son adecuados para preparar croquetas de pescado, pudin de pescado o conchas con besamel, añadir a sopas de pescado...en definitiva cuando haya que desmenuzarla.
- En rodajas:
- Lomos: se venden sin piel y espinas. Son idóneos para rebozar o cocer al vapor. Es recomendable para rebozar cortar cada lomo en dos o tres trozos, y luego se reboza en harina y huevo batido y se fríen en aceite no excesivamente caliente. Para cocer al vapor hacerlos enteros.
- Entera: en las tiendas de congelados venden colas de merluza entera. Es idónea para que la corten en rodajas gruesas, y prepararlas en salsa verde, en cazuela a la riojana, con guisantes...o cualquier otro guiso en el que la gelatina de la piel sea necesaria para que la salsa se trabe. También una vez descongelada, abierta y cortada en lomos es adecuada para rebozar. Un consejo: para hacer una cola de merluza al horno entera o rellena, es preferible comprarla fresca. Aunque el pescado congelado tiene muchas y muy buenas ventajas, hay elaboraciones culinarias en las que, aunque se descongele muy bien, se nota que no es fresca.
En cuanto al precio hay que decir, que en la actualidad, en los mercados españoles se están vendiendo toneladas de pescadillas gordas y merluzas, a precios muy económicos, que son de origen chileno en su mayoría. Su sabor es mucho más simplón que el de las merluzas pescadas en las costas nacionales, que entre otras cosas, tienen un precio mucho más elevado.