Mayonesa con leche:
Pon en el vaso de la batidora tres cucharadas de leche, sal, unas gotas de vinagre y cuatro cucharadas de aceite. Empieza a batir y vete añadiendo aceite a hilito fino hasta conseguir la textura de la mayonesa.
Elaborando así la mayonesa evitas al traicionero huevo, que aunque también en invierno puede ser causante de la salmonella, en verano se agudiza su peligro. Con esta salsa básica puedes preparar todas las salsa que quieras para pescados y ensaladas. Algunas combinaciones que puedes hacer son:
Mayonesa de leche más un diente de ajo = alioli
Mayonesa de leche más unas gotas de tabasco = salsa picante
Mayonesa de leche más aguacate = guacamole
Mayonesa de leche más ketchup, mostaza y brandy = salsa de mariscos
En definitiva puedes preparar las mismas salsas que con una mayonesa de huevo.