- Raspa las zanahorias y lávalas en agua fría.
- Quita la capa exterior de las cebollas.
- En una cazuela pon las zanahorias cortadas en trozos de dos centímetros aproximadamente, las cebollas enteras y el resto de ingredientes.
- Vierte agua hasta cubrir las cebollas, semitapa la cazuela y cuece a fuego suave hasta que las zanahorias y cebollas estén tiernas.
- El caldo no queda espeso como una salsa, pero sí debe quedar trabado.
Es una guarnición esutpenda para pescados a la plancha o filetes de pechuga de pollo o pavo a la plancha.