- Prepara la cebolla caramelizada.
- Vierte el aceite en una sartén y calienta a fuego medio.
- Coloca el solomillo y dóralo a fuego medio, sazonándolo con sal según lo vas girando.
- Cuando esté dorado, agrega la manzana lavada y cortada en trozos pequeños.
- Saltéala unos segundos, agrega los clavos de olor y el vino.
- Una vez que el vino se ha reducido casi en su totalidad, vierte un vaso de agua, rectifica el punto de sal y baja el fuego tapando la sartén.
- Deja que se haga hasta que el líquido se haya reducido en su totalidad. En ets tiempo gira de vez en cuando el solomillo.
- Una vez que ya no quede nada de líquido, ya está hecho.
- Saca el solomillo caliente y envuévelo en papel de horno o de aluminio y deja que se enfríe del todo.
- Una vez frío lo cortas en rodajitas, las pones sobre rebanaditas de pan baguette y encima de cada una de rodajita de solomillo pones una cucharadita de cebolla caramelizada.