- Descongela el hojaldre a temperatura ambiente siguiendo las instrucciones del envase.
- Haz un puré con los garbanzos pasándolo por el chino.
- En una sartén pon la mantequilla, la harina y sal. Prepara en frío una pasta mezclando los tres ingredientes y vierte la leche poco y sin dejar de remover para evitar grumos.
- Cuece a fuego suave durante quince minutos sin dejar de remover.
- Agrega el puré de garbanzos, la nata líquida y el foie cortado en trocitos. Sigue removiendo durante cinco minutos, manteniendo siempre el fuego suave.
- Retira del fuego la sartén y agrega a la mezcla dos yemas de huevo y mezcla bien.
- Calienta el horno a 200ºC
- Elige un molde de paredes bajas, de material vitrificado para poder sacarlo a la mesa.
- Fórralo con el hojaldre recortando todo lo que sobre en el reborde, pincha con un tenedor la base y las paredes del hojaldre con un tenedor. Hornéalo durante doce minutos.
- Saca del horno el molde y rellénalo con la crema de garbanzos y vuelve a meterlo en el horno durante diez-doce minutos. La superficie deberá estar dorada.
- Mientras tanto pela la cebolla córtala en rodajas y suelta los aros
- Sázonalos con sal, pásalos por harina y fríelos en abundante aceite de oliva caliente. Escúrrelos sobre una servilleta de papel.
- Sirve la quiche recién hecha y los aros de cebolla en una bandeja aparte.
Para hacer la quiche puedes aprovechar garbanzos que te hayan sobrado de otro guiso, pero tendrás que eliminar cualquier resto de salsa o caldo.
También la puedes hacer con masa quebrada.