- Lava los trozos de pollo y ponlos sobre papel absorbente de cocina.
- Sazónalos con sal.
- En una cazuela amplia vierte el aceite y agrea el diente de ajo prensado.
- Calienta a fuego mediano y coloca todos los trozos de pollo.
- Rehógalos a fuego medio hasta que hayan blanqueado.
- Agrega la cebolla picadita y rehoga a fuego suave durante quince minutos. Remueve de vez en cuando para evitar que se quemen.
- Mientras tanto lava los tomates, los pelas , los cortas en trocitos y los espolvoreas con el azúcar.
- Agrega el tomate a los trozos de pollo y los pimientos cortados en tiras anchas.
- Vierte un vaso de agua, baja el fuego y mantén la cocción hasta que el pollo esté tierno.
- Rectifica el punto de sal.