- Limpia las pencas (ver receta agregada).
- Lávalas y córtalas en trozos iguales: cada uno de seis centímetros de largo aproximadamente.
- Cuécelas en agua con sal y una cucharada de harina hasta que estén tiernas. Una vez cocidas elimina el agua de cocción y ponlas a escurrir sobre papel absorbente de cocina.
- Sazónalas con sal por ambos lados.
- Vierte aceite en una sartén amplia y calienta a fuego medio.
- Pasa las pencas por harina y huevo batido.
- Fríe las pencas hasta que estén doradas por ambos lados.
- Escúrrelas sobre papel absorbente de cocina.
- Sírvelas con salsa de tomate frito. (ver receta agregada)