- Pela las patatas, cáscalas en trozos medianos y ponlas en un recipiente cubiertas con agua fría.
- En una cazuela vierte el aceite y agrega la cebolla muy picadita, el diente de ajo prensado y sal.
- Tapa la cazuela y sofríe a fuego muy suave durante quince o veinte minutos hasta que la cebolla esté muy suave.
- Agrega las patatas cascadas, remueve, vierte agua hasta cubrirlas, el vino y una cucharada de perejil.
- Rectifica el punto de sal y cuécelas a fuego medio con la cazuela destapada durante veinte minutos.
- Cuando falten tres minutos agrega los guisantes escurridos del agua de conserva y los huevos duros cortados por la mitad.
- En estos últimos tres minutos mueve la cazuela con suavidad.
- Apaga el fuego, espolvorea con el resto del perejil picadito y tapa la cazuela.
- Déjala en reposo quince minutos antes de servirlas.
Puedes agregar unas puntas de espárrago y unas alcachofas, convirtiéndose en un plato único excelente.
En sustitución del agua utiliza caldo de pescao blanco.