- Elimina la piel de los muslos de pollo. Con un cuchillo fino abre a lo largo cada muslo y con cuidado despega el huesito fino largo (como una aguja) que tiene adherido sin despegar del todo la carne del hueso.
- Riega los muslos abiertos con el zumo de naranja y sal.
- Cierra otra vez la carne sobre el hueso para que recupere el muslo su forma original.
- Espolvorea los muslos por fuera con pimienta blanca y negra.
- Colócalos en una fuente de horno y riega con un poco de aceite. Cúbrelos con papel de aluminio.
- Hornéalos a 180ºC durante cuarenta y cinco minutos.
- Cuando esté hechos saca la fuente del horno y déjalos a temperatura ambiente sin retirar el papel de aluminio.
- En una sartén pon la harina, el aceite, sal y mezcla bien. Agrega la leche templada poco a poco y remueve bien.
- Cuece a fuego suave y sin dejar de remover hasta que espese. El tiempo de cocción total será de veinte minutos. Añade la nuez moscada y la canela en polvo.
- Pasa cada muslo primero por harina muy ligeramente y después por la besamel recién hecha y colócalos sobre una fuente untada con aceite. Comprueba que los muslos queden bin cubiertos con la besamel.Deja enfriar.
- Pasa cada muslo por huevo batido y pan rallado. Presiona ligeramente para que el pan rallado forme una capa firme y consistente.
- Fríelos en abundante aceite caliente pero controlando que no se quemen mucho por fuera.
- Sirve recién hechos con una ensalada verde servida en cuencos individuales.
El pollo es un peón fijo de nuestra cocina y además tiene varias ventajas: su precio ajustado, abundancia y se encuentra sin dificultad, no aporta grasa (a excepción de la piel) y se puede preparar de mil maneras.
Para hacer los nuggets tan del gusto infantil lo ideal es prepararlos con la pechuga de pollo, pero si hace falta más cantidad, aprovecha los muslos y contramuslos limpios de piel, grasa y nervios que tengan y córtalos en trocitos.
Siempre sale más económico comprar el pollo entero. Puedes sacar las pechugas y el resto lo puedes aprovechar para hacer varios platos: guisado, asado, en ensalada (cocido previamente), para sándwich de pollo, croquetas, huevos encapotados... Aunque claro todo depende del número de comensales.
La besamel para la Villeroy deberá quedar lo suficientemente espesa para que envuelva bien los muslitos. Antes de envolverlos en la besamel se indica que hay que pasarlos por harina, pero se deberá sacudir la sobrante ya que simplemente se trata de lograr una película muy fina.