- Mezcla la leche, la yema de huevo y el pellizco de sal.
- En un recipiente pon la harina pasada por un tamiz y haz un hueco en el centro.
- Coloca en el hueco central la manteca de cerdo muy blanda cortada en trocitos y la mezcla de leche.
- Con las yemas de los dedos une todos los ingredientes hasta hacer una masa compacta y lisa. No amases porque quedaría correosa y no se podría trabajarla.
- Una vez hecha la bola colócala en un recipiente, tápala con un paño doblado cuatro veces y mantenla así durante veinticuatro horas en un lugar templado.
- Transcurridas las 24 horas, espolvorea con harina una superficie lisa, coloca la masa encima y estírala con un rodillo enharinado hasta hacer una lámina fina.
- Corta la masa en redondeles, cuadrados o rectángulos.
- Coloca el relleno elegido en el centro (crema pastelera, mermelada, crema dulce de castañas), cierra uniendo los bordes como si fuera una empanadilla y fríe en abundante aceite de girasol.
- Pásalas a una fuente cubierta con papel absorbente de cocina y deja que se enfríen del todo.
- Colócalas en otra fuente y espolvoréalas con azúcar glas.
- Espolvorea con azúcar glas.
(*) A este tiempo real de elaboración hay que añadir las 24 h. de reposo.
Pasa siempre la harina por un cedazo porque además de eliminar cualquier residuo que pueda tener y además coge aire que siempre es bueno para las masas.