- En un puchero vierte tres litros de agua y la cucharada de sal.
- Pon a cocer a fuego vivo y cuando rompa el hervor agrega los macarrones y remueve hasta que se recupere el hervor.
- Mantén la cocción a fuego vivo unos ocho minutos, y escurre los macarrones.
- En esa misma cazuela, ya sin agua, vierte el aceite y agrega el chorizo cortado en rodajitas y sofríe a fuego suave para que vaya soltando la grasa. Remueve el chorizo para que no se queme.
- Cuando el aceite ya tenga un color rojo agrega los macarrones y mézclalos con el chorizo removiendo durante dos o tres minutos.
- Agrega la salsa de tomate frito y mezcla bien. Apaga el fuego.
- Calienta el horno a 200ºC.
- En una fuente de horno pon la mitad de los macarrones, encima la mitad del queso rallado (lo ideal es que lo ralles al momento) y encima el resto de los macarrones.
- Espolvorea con un poco de queso rallado y mete la fuente al horno . Hornea hasta que la superficie esté muy dorada.
- Sirve en un bol aparte el resto del queso rallado.