- Pela los langostinos y el carabinero. Quita los ojos de las cabezas de los langostinos y del carabineros que aportan mal sabor.
- En una cazuela pon el aceite la cebolla picada, la zanahoria rallada y cortada en dados, las cáscaras de los mariscos y sal. Sofríe a fuego suave evitando que la cebolla no se dore. Aprieta las cabezas para que salga todo su contenido y las cáscaras se doren ligeramente.
- Agrega el carabinero cortado en trozos, el arroz, el azafrán, el vino blanco y rehoga cinco minutos.
- Vierte el caldo de pescado y rectifica el punto de sal. Cuece a fuego mediano durante veinte minutos.
- Tritura todo con el brazo de la batidora y pasa este puré por el chino para que quede una crema fina. Vierte el brandy y reserva.
- Descongela el hojaldre.
- Elige cuatro cuencos resistentes al calor y colócalos boca abajo.
- Calienta el horno a 200ºC.
- Coloca la mitad del hojaldre sobre una superficie enharinada y estíralo con el rodillo enharinado sin perder la forma cuadrada.
- Cuando te quede una lámina fina corta cuatro cuadrados y forra con cada uno de ellos un cuenco, recortando los bordes.
- Haz dieciséis tiras con la otra parte del hojaldre.
- Coloca cuatro tiras encima de cada capa de hojaldre del cuenco haciendo una rejilla.
- Pincha el hojaldre con un tenedor. Hornéalos durante quince minutos.
- Sácalos y desmolda con cuidado de no romperlos.
- Añade la nata a la crema de mariscos que estará caliente.
- Haz a la plancha los langostinos.
- Llena los cuencos de hojaldre con crema y adorna con langostinos recién hechos.
- Sirve inmediatamente para que el hojaldre no se ablande demasiado.
Otra opción para evitar hacer los cestillos de hojaldre, es servir la crema en tazas de consomé y acompañar con tiras de masa de hojaldre retorcidas y horneadas.