- En una cazuela pon el aceite, el diente de ajo entero.
- Calienta a fuego suave, para evitar que el ajo se queme.
- Cuando el ajo esté doradito vierte el agua y sal y sube el fuego al máximo.
- Una vez que ha roto el hervor agrega el arroz en forma de lluvia, remueve una sola vez y una vez que ha roto de nuevo el hervor cuenta diez minutos.
- A partir de este momento la cocción la mantendrás diez minutos más, pero se va bajando el fuego poco a poco hasta llegar al mínimo.
- Apaga el fuego y cubre la cazuela con un paño de cocina doblado. El reposo deberá durar diez minutos.
- Sírvelo al momento.
El arroz blanco es un primer plato si se acompaña con salsa de tomate frito, muy apreciado por los niños, pero es un plato excelente para todas las edades. También es un complemento para otros platos. Siempre preséntalo en forma de molde individual, llenando una taza con el arroz ya hecho y dándole la vuelta sobre el plato a servir. Queda mucho mejor que si lo sirves suelto.