- Pela los dientes de ajo y ponlos en el vaso de la batidora.
- Agrega un poquito de sal y tres cucharadas de aceite.
- Empieza a triturar y cuando esté hecho una pasta sigue vertiendo aceite poco a poco hasta que esté muy espesa.
El ajo es el protagonista de esta salsa.
El aceite no deberás ser muy fuerte porque entonces será incomible.
Para hacerlo más suave, a veces se elabora una mayonesa normal pero añadiendo uno o dos dientes de ajo.