Abre la botella de vino e introduce la piel del limón cortada en trocitos. Vuelve a tapar la botella y déjala dos horas.
Quince minutos antes de servirlo coloca la botella en una cubitera con hielo.
Justo antes de servirlo pasa el vino a una jarra poniendo un colador en la boca y ya está listo para servirlo.
Vierte en un vaso el vino tinto y a continuación la gaseosa. La proporción ideal es una parte de vino y dos de gaseosa.
(*) Más las dos horas de maceración del limón en el vino.
Una pequeña cantidad de vino proporciona todos los beneficios del vino tinto, que son muchos, y la gaseosa no tiene apenas calorías, es más las venden sin azúcar. Es mucho más sano que las bebidas refrescantes que en verano se consumen masivamente y aportan muchas calorías.