- Raspa las valvas de los mejillones y pásalos a un recipiente con agua fría. Cuando termines acláralos bien y elimina el agua de remojo. Ponlos de nuevo en la cazuela y vierte un vaso de agua.
- Ábrelos cociendo a fuego medio.
- Cuando estén abiertos separa el mejillón de su valva , pícalos en trocitos muy pequeños y resérvalos.
- Reserva la valvas donde estaban los mejillones adheridos, pero asegúrate que están bien limpias.Ponlas sobre papel absorbente de cocina alineadas. Quedarán veinte valvas.
- Cuela el caldo de cocer los mejillones pasándolos por una manga de tela. Reserva.
- Corta en trocitos las gambas y el jamón.
- En una sartén vierte tres cucharadas de aceite y calienta a fuego medio.
- Pon el jamón y las gambas y saltea durante tres o cuatro minutos.
- Saca con una espumadera las gambas y el jamón y agrega a los mejillones picaditos.
- Añade a la sartén la harina y una pizca de sal. Mezcla bien con una cuchara de madera y vierte el caldo de cocer los mejillones y la leche poco a poco.
- Cuece a fuego medio sin dejar de remover hasta que veas que espesa. Baja en ese momento el fuego a temperatura suave. De vez en cuando remueve para evitar que se pegue.
- En total deberá cocer veinte minutos.
- Cuando falten seis minutos agrega el picadillo de mejillones, jamón y gambas y mezcla bien.
- Rellena las valvas de los mejillones y deja que la mezcla se enfríe del todo.
- Pasa los mejillones rellenos por huevo batido y pan rallado dos veces y fríelos en abundante aceite muy caliente.
- Según los fríes los vas pasando a una fuente cubierta con papel absorbente de cocina.
- Los dejas unos segundos y los pasas a otra fuente y los sirves recién fritos.
Si quieres los puedes congelar hechos justo hasta antes de freírlos. Colócalos en bandejas cubiertos con papel film y cuando hayan pasado veinticuatro horas mételos en bolsas de congelación.El tiempo de conservación ideal será de dos meses.Para freirlos los utilizas congelados, pero antes déjalos cinco minutos a temperatura ambiente.
También los puedes dejar preparados varias horas antes conservándolos en el frigorífico y los fríes justo antes de servirlos.