- Pon las almejas en un cuenco con agua fría y sal para que suelten la arena. Antes de utilizarlas lávalas al chorro del agua fría.
- Pela los dientes de ajo. En una sartén vierte el aceite y agrega los dientes de ajo. Pon la sartén a fuego muy suave y deja que los dientes de ajo se vayan pochando procurando que queden blanditos por dentro y que por fuera tengan un color dorado muy suave.
- En un puchero alto vierte tres litros de agua y una cucharada de sal. Pon a cocer a fuego muy vivo y cuando hierva a borbotones coloca la pasta y cuécela.
- Retira los ajos de la sartén y reserva. En ese aceite saltea tres o cuatro arandelas de guindilla, las gambas y las almejas.
- Cuando las almejas estén abiertas vuelve a poner los dientes de ajo en la sartén.
- La pasta cocida y escurrida colócala en una fuente y vierte encima todo el contenido de la sartén y mezcla bien.
- Espolvorea con un poquito de pimienta negra molida y sirve inmediatamente.
Primero prepara la salsa y luego ya cuece la pasta.