- Limpia las sardinas, eliminando cabeza, visceras y escamas.
- Lávalas al chorro del agua fría y ponlas a escurrir sobre papel absorbente de cocina.
- Sazónalas con sal y envuélvelas en la harina especial de frituras.
- Vierte algo menos de medio litro de aceite en una sartén amplia y honda y calienta a fuego medio-alto.
- Cuando esté caliente fríe las sardinas de cuatro en cuatro. Cálcula en total dos minutos y medio de tiempo de fritura.
- Sácalas con una espumadera y pásalas a una fuente cubierta con papel absorbente de cocina. Fríel el resto de sardinas.
- Sírvelas recién hechas.