- Lava los pimientos con agua fría y sécalos bien. Colócalos en la bandeja de horno y riégalos con aceite de oliva. Mete la bandeja en el horno y ásalos a 180ºC. Gíralos una vez que veas que la piel se ha tostado.
- Una vez hechos saca la bandeja del horno y cúbrela con un paño limpio de cocina hasta que estén fríos. - Los pelas, eliminas el tallo y todas las semillas. Córtalos en tiritas y resérvalos.
- Mientras se asan los pimientos, limpia la codorniz y la perdiz y brídalas. Sazónalas con sal, las pimientas y cilantro machacados.
- En una cazuela coloca la perdiz y la codorniz, la cebolla entera, la parte blanca del puerro bien lavada y entera, la zanahoria raspada y entera, el vinagre, un vaso de aceite, cuatro vasos de agua y un poco más de sal.
- Tapa la cazuela y deja que se haga la caza vigilando que la codorniz no se pase ya que tarda mucho menos en hacerse que la perdiz.
- Saca la codorniz en cuanto esté tierna.
- Cuando la perdiz esté tierna sácala de la salsa y colócala en una con la codorniz.
- Mantén la cocción de la salsa con la cazuela destapada hasta que esté muy trabada.
- En una sartén vierte cinco cucharadas de aceite oliva, los dientes de ajo cortados en láminas y deja que a fuego muy suave blanqueen durante diez minutos. Añade los pimientos rojos y verdes y sazónalos con sal.
- Saltéalos durante diez minutos. Distribuye en una fuente los pimientos en cuatro grupos y la codorniz deshuesada cerca de ellos.
- La cebolla, la zanahoria y el puerro, todo ello cortado en cuatro trozos, colócalos en el centro y entre los grupos de pimientos pon la perdiz trinchada, con la pechuga fileteada y regada con unas cucharadas de salsa. El resto de la salsa en salsera aparte.
- Sirve caliente.