- Corta el queso en cuadrados de tres centímetros de lado y conservar en el frigorífico hasta que esté muy frío.
- Envolver en harina, huevo batido y pan rallado.
- Fríe en aceite caliente hasta que la superficie quede dorada.
- Pasa los trozos recién fritos a una fuente cubierta con papel absorbente de cocina.
- Servir con miel en una jarrita y las nueces peladas.
En sustitución de la miel se puede optar por algún coulis de frutas (ver recetas a partir de la pág. ).
Tambiñen está excelente con una salsa agridulce.