- Pela las patatas, lávalas y córtalas en trozos no muy pequeños cascándolas al final. Ponlas en un recipiente cubiertas con agua fría.
- En una cazuela de tamaño medio vierte el aceite y agrega la cebolla pelada y cortada en trocitos, el diente de ajo prensado y sal.
- Sofríe a fuego muy suave y tapa la cazuela. Remueve de vez en cuando, vigilando que la cebolla no se queme. Estará en su punto cuando la cebolla esté muy blandita.
- Agrega las patatas escurridas del agua de remojo, el perejil, el vino y cúbrelas con el caldo de pescado.
- Rectifica el punto de sal.
- Cuece a fuego medio con la cazuela destapada durante veinte minutos aproximadamente.
- Mientras se mantiene la cocción mueve la cazuela para que el caldo se vaya trabando.
- Cuando estén ya cocidas y el caldo trabado, pero no muy espeso, apaga el fuego y tapa la cazuela. Mantén el guiso en reposo diez minutos
(1) Cuando compres pescado blanco, la espina central y la cabeza no la tires. Cuécelas con un litro de agua durante quince minutos a fuego vivo. Elimina la espuma y cuela el caldo. Una vez frío lo puedes congelar.
Estas patatas en salsa verde que sorprenden lo sabrosas que son, se pueden acompañar con espárragos, guisantes, alcachofas, huevos duros cocidos, huevos escalfados y por supuesto, ponerle trozos de pescado blanco limpio de espinas y pieles y que se harán a la vez que las patatas. Los añadirás los últimos cinco minutos de cocción de las patatas.