- En una cazuela pon un vasito de aceite de oliva, la cebolla picadita, el tomate rojo pelado y cortado en trocitos, los pimientos verdes sin tallos y cortados en trozos grandes y las zanahorias raspadas y cortadas en trozos más bien grandes.
- Sazona todo con sal y saltea a fuego mediano, moviendo las verduras con una espumadera.
- A los diez minutos coloca los muslos de pollo sazonados con sal.
- Dóralos ligeramente, espolvorea el curry, baja el fuego y tapa la cazuela con la tapadera, para que los muslos se hagan con el jugo de las verduras. Si hiciera falta vierte un vasito de agua.
- Cuando los muslitos estén tiernos sácalos a una fuente. Deja que se enfríen un poco.
- Comprueba que la salsa está en su punto de sal y déjala sin pasar.
- Pásalos por harina y fríelos en abundante aceite de oliva caliente justo el tiempo para dorarlos. Ponlos a escurrir sobre papel absorbente.
- Pela las patatas, córtalas en dados y fríelas en aceite muy caliente al principio hasta que se doren y luego bajas el fuego para que queden doradas pero blanditas por dentro, como si estuvieran semicocidas.
- Pon las patatas en la salsa que está en la cazuela.
- Justo antes de servir calienta todo a fuego suave.
- Haz un almíbar con el agua y azúcar y deja que cueza hasta que el azúcar empiece a caramelizarse y tome un tono dorado muy suave.
- Coge cada muslito por el hueso , báñalo en el caramelo y colócalo encima de un plato untado con aceite.
- Cuando estén todos caramelizados ponlos en la cazuela con la salsa caliente escasamente un minuto antes de servirlos.
El curry es una mezcla de especias más o menos picante que se vende ya preparada. Hay más de una clase, pero en cualquier caso elige una marca de calidad, aunque también si lo deseas puedes hacer tu propia mezcla de especias cargando un poco más la mano en las especias que te gusten más. En cualquier caso, prueba una pizca de la mezcla antes de añadirla para tantear el punto de picante que tiene.
El caramelo es un poco la gracia del plato, pero si te parece un poco complicado puedes aportar el dulzor con miel ligeramente diluída con una o dos cucharadas de agua caliente. Sumerges los muslitos en la salsa de miel tres o cuatro minutos y luego ya los pasas a la salsa. No van a quedar con la misma presencia que si los caramelizases pero el sabor es también muy agradable.
Si quieres hacer un plato completo prepara arroz blanco, saltéalo con mantequilla y forma unos moldes. Sírvelo en una bandeja aparte. También, si tienes tiempo, prepara un risotto con ceps.