- Pon en un recipiente la masa de pan y agrega el agua, después los huevos y finalmente el aceite.
- Añade un poco de harina para hacer una masa fina y blanda que no se pegue a los dedos. Amásala bien hasta que se forme una masa homogénea; si hiciera falta agrega un poco de harina.
- Espolvorea con harina una superficie lisa, coloca encima la masa y estírala con el rodillo enharinado formando un rectángulo.
- Coloca en el centro la manteca de cerdo blanda y estirada manteniendo la forma rectangular.
- Dobla la masa, envolviendo la manteca, como si fuera un sobre, y pasa el rodillo, con cuidado de que la manteca no se salga y manteniendo la forma rectangular.
- Dobla en tres partes como si fuera un tríptico. Deja reposar diez minutos en el frigorífico.
- Vuelve a poner la masa en la mesa enharinada y estírala desde el centro hacia arriba y desde el centro hacia abajo manteniendo la forma rectangular y se vuelve a doblar en tres partes.
- Repite esta operación tres veces más. Déjala reposar treinta minutos en el frigorífico envuelta en papel film.
Esta masa resulta mucho más suave y fina que la de pan, al estar enriquecida con manteca y haber sido trabajada como si fuera un auténtico hojaldre.
Añade dos cucharadas de vino blanco seco a la masa.