- Diluye la levadura en el agua y la sal.
- Coloca la harina encima de la mesa formando un volcán y vierte en el hueco el agua con la levadura y sal. Trabaja la masa un rato, espolvoreando con harina la masa y las manos para evitar que se pegue.
- Una vez que la masa esté suave y lisa colócala en un recipiente tapada con un paño y deja reposar dos horas a temperatura ambiente (más bien templada) para que levante.
- Transcurrido este tiempo se estira con el rodillo enharinado y también deberás espolvorear la mesa sobre la que vas a trabajarla.
Con esta masa se puede hacer cualquier tipo de empanada.