- Corta la morcilla en rodajas de un centímetro. Sazónalas con sal por ambos lados y pasa por harina, muy ligeramente, las dos caras de cada rodaja.
- Pon aceite en una sartén , no hace falta mucha, y cuando esté caliente fríe la morcilla. Según la vas friendo la vas pasando a un plato grande y cuando termines la tapas con otro.
- En una sartén pequeña donde vas a hacer los huevos, pon aceite hasta la mitad y cuando esté caliente fríe el chorizo. Debes vigilar que se haga bien por dentro sin que se queme por fuera. Cuando estén los sacas y los pones con la morcilla.
- En el mismo aceite en que has frito el chorizo, fríe los huevos.
- Sirve en cada plato un huevo, un trozo de chorizo y dos o tres rodajas de morcilla.
El nombre de viudos es precisamente por lo acompañados que están los huevos, aunque parezca una contradicción.