- Fríe los cuatro huevos con el aceite no muy caliente y poca cantidad para que no le salgan puntillas. Reserva.
- Prepara la bechamel.
- En una fuente extiende la mitad de la bechamel recién hecha.
- Coloca los huevos fritos encima de la capa de besamel separados tres centímetros uno de otro.
- Vierte encima la otra mitad de la besamel extendiéndola muy bien con un cuchillo de hoja ancha mojada en agua fría.
- Deja que se enfríe bien la besamel.
- Recorta todo alrededor de cada huevo dejando un margen de un centímetro y presiona un poco con suavidad para que se peguen los bordes.
- Bate dos huevos en una fuente plana y con una espátula plana coloca un huevo encapotado , vierte por encima huevo batido con ayuda de una cuchara.
- Pásalos a otra fuente donde habrás puesto pan rallado. Pon por encima pan rallado presionando un poquito para que se adhiera bien.
- Calienta abundante aceite en una sartén honda a fuego alto.
- Cuando esté muy caliente coloca un huevo encapotado con ayuda de una espátula ancha.
- Una vez que veas que los bordes estén dorados, dale la vuelta y mantenlo un minuto.
- Saca el huevo encapotado a una fuente cubierta con papel absorbente . Cubre el huevo encapotado con papel absorbente de cocina.
- Prepara y fríe los otros tres huevos de igual manera.
(*) Ver receta Bechamel espesa.
Lo ideal es que las yema de los huevos al freirse no quede muy cuajada. Tienes que tener especial cuidado al cubrir los huevos con la besamel ara que precisamente la yema no se rompa.
Acompaña con patatas paja fritas.