- Pela las patatas, lávalas y córtalas primero en rodajas de algo menos de un centímetro y cada rodaja en barritas alargadas.
- Calienta abundante aceite y fríelas a fuego medio, moviéndolas de vez en cuando con la espumadera. Una vez fritas pásalas a una fuente cubierta con papel absorbente de cocina y sazónalas con sal.
- Cuando las patatas ya estén casi hechas, vierte en una sartén tres cucharadadas de aceite, los dientes de ajo pelados y cortados en láminas y calienta a fuego suave.
- Agrega al momento los pimientos del piquillo, sazona con sal y mueve la sartén , y siempre a fuego suave para que se haga como una salsita blanca.
- Vierte aceite en una sartén pequeña y calienta hasta que el aceite esté muy caliente. Fríe los huevos uno a uno, sácalos con una espumadera y coloca cada huevo en un plato liso.
- Coloca en cada plato al lado de cada huevo frito patatas fritas y pimientos y sirve.
De primero es recomendable tomar verduras, ensalada o crema de verduras.