- En una cazuela de tamaño medio vierte agua y sal.
- Pon a cocer a fuego vivo y cuando empiecen las burbujas fuertes, baja un poco el fuego a medio y entonces casca un huevo en una de las burbujas más amplias.
- Cuando veas que empieza a blanquear la clara empieza a recogerla con una espumadera hacia el centro del huevo.
- En cuanto veas que la clara está blanca saca el huevo a un plato.
- Haz lo mismo con los otros tres huevos.
- Si quieres recorta los hilos blanquecinos de clara que queden fuera del borde del huevo.
Los huevos así preparados son excelentes para poner sobre un consomé, crema de verduras, crema de ave o un panaché de verduras.