- En una sartén amplia vierte seis cucharadas de aceite, las cebollitas muy picaditas, el diente de ajo prensado y sal.
- Sofríe a fuego muy suave, al mínimo, la cebolla hasta que esté transparente y muy blanda.
- A media cocción añade las cerezas deshuesadas.
- Vierte la nata líquida y mueve la sartén para que se ligue bien. Evita que hierva.
- En otra sartén vierte cuatro cucharadas de aceite y calienta a fuego medio.
- Fríe los filetes de hígado pero de manera que no queden dorados, sino que su apariencia sea blanquecina. Sazona con sal a medida que los vas haciendo. Colócalos en una fuente amplia caliente.
- Calienta el brandy en un cazo pequeño. Retira del fuego, préndelo con una cerilla y vierte rápidamente sobre la salsa. Mueve la sartén enérgicamente y vierte sobre los filetes de hígado.
- Sirve inmediatamente.
También resulta muy bien utilizar mirabeles,sustituyendo a las cerezas,que son unas ciruelitas amarillas pequeñitas muy dulces que se venden incluso envasadas.