- La víspera por la noche pon a remojo los garbanzos en agua fría con un pellizco de sal.
- Al día siguiente, elimina el agua de remojo y mete los garbanzos en una redecilla.
- Brida el morcillo para que no pierda forma.
- En un puchero alto o cazuela amplia coloca la redecilla con garbanzos, el morcillo bridado, la zanahoria entera, la cebolla pelada, entera y con los clavos de olor pinchados en ella, sal y dos litros de agua fría.
- Cuece a fuego vivo hasta que rompa el hervor. Baja un poco el fuego pero que se mantenga el hervor, tapa la cazuela y deja que cueza hasta que los garbanzos y la carne estén en su punto. El caldo se habrá reducido mucho ya que habrá que hacer casi una salsa con él.
- Calienta en una sartén el aceite, añade la harina remueve unos segundos y agrega el pimentón. Remueve rápidamente y vierte sobre el guiso.
- Añade las dos cucharadas de salsa de tomate frito. Rectifica el punto de sal.
- Deja cocer a fuego suave hasta que el caldo se convierta en una salsa trabada.
- Para servir coloca los garbanzos, al lado el morcillo cortado en rodajitas, la cebolla cortada en cuatro trozos y la zanahoria en rodajitas.
Los guisos de carne se hacen mucho más rápido si lo preparas en la olla a presión. Muy importante es que si le vas a agregar patatas crudas para que se hagan en el caldo de carne, las deberá agregar en una segunda etapa, una vez que la carne ya esté hecha.