- En una cazuelita de barro vierte el aceite y agrega los dientes de ajo pelados y cortados en láminas así como la cayena.
- Calienta a fuego medio alto y remueve para evitar que el ajo se queme.
- Cuando los ajos estén dorados agrega las gambas y sube el fuego y remueve las gambas para que se hagan rápido y pierdan el agua rápidamente.
- Cuando blanqueen las gambas apaga el fuego y sazónalas con sal, remuévelas unos segundos y sirve al momento.