- Preparar un caramelo con 150 g. de azúcar, una cucharadita de agua y las gotas de limón.
- Ponlo a cocer a fuego suave en una sartén pequeña antiadherente.
- Cuando el caramelo está hecho vierte en un molde de corona bañando el fondo y las paredes. Reserva.
- Bate las yemas con el resto del azúcar hasta que quede una mezcla homogénea y blanquecina.
- Agrega las dos clases de leche, el coco rallado y las claras batidas a punto de nieve fuerte.
- Mezcla con movimientos envolventes hasta que quede un batido espumoso.
- Coloca el molde encajado en una cazuela en la que se habrá vertido agua hasta una altura de tres centímetros.
- Llena el molde con la mezcla dejando un centímetro libre hasta el borde. Forra la tapadera con un paño sujetando los cuatro picos con una pinza de madera.
- Tapa el molde y cuece a fuego suave durante veinticinco minutos.
- Comprueba que está hecho clavando una aguja de hacer punto y si sale limpia ya está hecho.
- Apaga el fuego y deja enfriar. Para desmoldar pasar un cuchillo por los bordes y vuelca sobre una fuente redonda.
- Conserva en el frigorífico hasta el momento de servir.
El coco rallado quedará, al de desmoldar en la base.