- Con la cabeza y la espina del gallo haz un caldo cociendo todo con dos tazas de agua durante quince minutos a fuego medio.
- Haz con cada filete de gallo un rollito y sujétalo con un palillo redondo y átalo con una hebra de cebollino haciendo un nudo.
- Pon a cocer la cerveza hasta que se reduzca a la mitad su volumen.
- Corta en juliana los puerros y saltea en dos cucharadas de aceite sazonando con sal.
- Agrega una cucharadita de maizena disuelta en un poquito de caldo de pescado al puerro ya salteado, remueve bien y vierte la cerveza reducida y cuatro cucharadas de caldo de pescado.
- Remueve y mantén el fuego mediano sin dejar de remover, y cuando espese apaga el fuego.
- Sazona con sal los rollitos, pásalos por huevo batido y envuélvelos en harina y pan rallado y los fríes en aceite caliente.
- Cuando ya estén fritos coloca un trozo de queso en el hueco de cada rollito de gallo.
- Pon en cada plato un fondo de salsa de puerros y cerveza y encima un rollito de gallo sin palillo pero sin quitar la hebra de cebollino.
Para alguna ocasión especial puedes elegir filetes de lenguado grande fresco, ya que dado su precio encarece mucho el precio final del plato.