Lava el tomate y ponlo a cocer en una cazuelita con agua. Si quieres lo puedes poner a asar en el horno, pero si lo cueces es más rápido. Cuando esté cocido pasa el tomate por el pasapurés y reserva el puré obtenido.
En una sartén honda vierte el aceite (o la manteca) y agrega la cebolla y el diente de ajo muy picaditos , sazona con sal y sofríe a fuego medio quince minutos.
Agrega la carne picada, mezcla bien y saltea hasta que blanquee.
Añade el puré de tomate, la canela, las pasas, las frutas peladas y picaditas, el acitrón también picadito, el azúcar y las almendras picadas. Mezcla todo bien y mantén la cocción a fuego suave hasta que la mezcla quede muy espesa y sin nada de líquido.
Salsa:
Tritura las almendras y las nueces peladas hasta que queden muy finitas.
Agrega el queso, sal y el azúcar y mezcla con un tenedor.
Vierte la leche poco a poco y sin dejar de remover para que quede una mezcla sin grumos.
Pela la granada y reserva los granos.
Relleno de pimientos:
Escurre los pimientos de su agua de conserva y rellénalos con la mezcla de carne y frutas.
Pon en un plato harina y en otro plato hondo bate los dos huevos.
Vierte medio litro de aceite en una sartén honda y calienta a fuego medio.
Pasa los pimientos rellenos por harina, y para que no se salga el relleno tapona con harina el relleno para que no se salga.
A continuación pasa los pimientos al plato del huevo batido y envuélvelos bien.
Coloca los pimientos rellenos, de dos en dos, y dóralos muy bien.
Según los fríes los pasas a la fuente donde los vas a servir.
Montaje del plato:
Vierte la salsa recién hecha fría sobre los pimientos recién fritos y adorna con los granos de granada.
El acitrón o cidra confitada. En México es el tallo de la biznaga confitada.
La salsa de estos pimientos es muy especial y de ahí que sea uno de los platos nacionales de la cocina tradicional mexicana.