Elaboración:
Relleno:
- Moler bien las nueces peladas y ponerlas en un cazo o cazuela amplia. Reservar.
- En una cazuela poner el azúcar con seis cucharadas de agua, el palo de canela, la corteza de limón, la mantequilla y el jerez. Mezclar bien.
- Poner a fuego suave y remover hasta que esté hirviendo y se vierte sobre las nueces molidas.
- Poner a fuego suave, mezclar bien y remover hasta que quede la pasta totalmente mezclada. Retirar del fuego y dejar enfriar.
Hojaldre:
- Espolvorear con un poco de harina la mantequilla fría y también untar de harina un rodillo.
- Colocar la mantequilla sobre un papel antigrasa.
- Golpear la mantequilla con el rodillo hasta que quede estirada y de un centímetro de grosor. Reservar.
- Poner la harina en la mesa haciendo un hueco en el centro pero muy hondo, es decir, que tenga las paredes altas.
- Verter el agua mezclada previamente con la sal, el huevo entero y el anís.
- Ir recogiendo la harina hacia el centro para mezclar todo y sin que se desparrame el liquido.
- Cuando la masa esté muy fina, se deja reposar diez minutos.
- Transcurrido este tiempo, se estira con el rodillo y se extiende dejando una lámina lo más fina posible.
- En el centro se pone la mantequilla extendida y se envuelve poniendo la masa sobre ella, de forma que quede escondida.
- Se espolvorea con harina el rodillo y, poniéndolo en el centro del paquete, se empieza a presionar con cuidado para que se mezclen masa y mantequilla. A la vez se vuelve a estirar con el rodillo enharinado. Siempre hay que espolvorear con harina la masa para evitar que se pegue.
- Se vuelve a doblar y se vuelve a estirar, haciendo esto tres veces más.
- Se cortan rectángulos, se pone relleno en una mitad del rectángulo.
- Todo el borde interior del rectángulo se untará con un pincel mojado en agua.
- La parte libre del rectángulo se pone encima del relleno y se presiona bien todo el borde, como si fuera una empanadilla.
- Se fríen en aceite no excesivamente humeante, ya que la masa se tiene que hacer bien, y, si está muy caliente, se queman por fuera y se quedan crudos por dentro.
- Ponlos sobre papel absorbente para que escurran bien el aceite sobrante.
- Espolvorear con azúcar.
Son unos dulces muy laboriosos, pero el resultado es excelente. Además, las fiestas de Carnaval, las fiestas de Navidad y la tradición son merecedoras del trabajo que suponen. También se pueden hornear para evitar que resulten grasientas, que es lo habitual en los últimos años.