- Limpia los champiñones, cortando el extremo terroso del pie.
- Lávalos con agua fría rápidamente y sécalos.
- Córtalos en láminas a lo largo, lo más finas posible.
- Sazónalas con sal por ambos lados y colócalas extendidas en una fuente.
- Bate el aceite con el zumo del medio limón y vierte sobre las láminas de los champiñones.
- Sirve al momento.
Puedes añadir unas gotas de tabasco (cinco o seis) a la mezcla de aceite y limón, te quedarán un poquito picantes.
Los puedes espolvorear con pimienta negra .