- Corta el tallo de las berenjenas y lávalas sin quitarle la piel.
- Córtalas por la mitad a lo largo y cada mitad córtala en cuatro trozos y cada uno de ello por la mitad.
- Pon los trozos de berenjena en un bol grande y cúbrelos con agua fría. Mantenlos durante media hora.
- Escúrrelos sobre papel absorbente de cocina y sécalos bien.
- Sazónalos con sal.
- Vierte medio litro de aceite en una sartén y calienta a fuego medio.
- Pasa cada trozo por harina y huevo batido y fríelos tres minutos por cada lado vigilando que no se quemen.
- Según los fríes pásalos a una fuente cubierta con papel absorbente de cocina.
- En cuatro cuencos individuales vierte una cucharada de miel y unas gotas de vinagre de mango.
- Sirve recién fritos los trozos de berenjena.