Es una fruta que indica que el verano está a punto de terminar o que ha terminado, al menos en el calendario. Pero lo cierto es que estará en su mejor momento ya entrado el mes de octubre; los granos estarán mucho más rojos, más llenos y más dulces. Su temporada se alarga hasta el mes de febrero.
Su origen se sitúa en la prehistoria y hay quien opina que es la fruta prohibida del paraíso terrenal. Aparece en ritos de los fenicios, su nombre latino punica granatum ratifica su existencia en Cartago. En una tumba egipcia está representada la granada; se cita en varios episodios de La Odisea, los romanos la llamaban mala púnica y los árabes la apreciaron y la incluyeron en sus recetarios. La ciudad de Granada habla por sí misma del valor que tenía para ellos.
A Abdullah ibn Abbas, primo del profeta Mahoma, se debe este cántico a la granada: Al comerla, comed la granada con la pulpa; cada granito que haya en el estómago de un hombre ilumina su corazón y reduce al silencio durante cuarenta días al diablo con sus susurros. La idea que tenían, tanto judíos como musulmanes, es que la granada era símbolo de la fecundidad y de la renovación. También existía la creencia por parte de los árabes de que la fecundación de la granada tiene su origen en una gota de agua del Paraíso. Los árabes la utilizaron, entre otras cosas, para hacer bebidas y añadir a guisos de carnes.
Los españoles llevaron a América la granada, ya que dada la dureza de su piel aguantaba muy bien las largas travesías.
Las propiedades nutritivas de la granada. Aporta azúcares, potasio y ácido cítrico. Su zumo tiene propiedades astringentes. Aporta 72 calorías por cada 100 g.
Es rica en antioxidantes y polifenoles, con lo que ayuda a mantener bien los niveles de colesterol y por lo tanto es un buen protector de nuestra salud cardiovascular. Ayuda a mantener la tensión arterial equilibrada e incluso tiene efectos antiinflamatorios que siempre se agradece en caso de enfermedades crónicas como por ejemplo la artritis.
Para pelarla se quita la piel exterior, se corta en cuatro partes y se va desgranando eliminando las pieles blancas que amargan. Otra forma de pelarlas y cortar en la base de la granada una tira de piel , esta parte se pone hacia abajo en un plato y se golpea la granada con el mango de un cuchillo toda la superficie de la granada y así irán cayendo los granos.
Además de comerse los granos como fruta directamente, hay una preparación tradicional de los granos de granada, que es ponerlos con azúcar en un bol y se deja macerar dos horas para que suelten su jugo y antes de servir se vierte vino tinto. Forma parte de macedonias y también para salsas de carne de cerdo, caza y pollo. El jugo de granada es la famosa granadina que se utiliza para agregar a los cócteles.