Diccionario de la A a la Z

Tapa:

La palabra tapa, como concepto de algo de comida en una pequeña cantidad, parece que tiene su origen en Andalucía. En las ventas donde se servían las jarras con vino, la boca de éstas se tapaba con una lonchita de embutido para evitar que las moscas cayeran dentro. Hay que pensar que la loncha caería en el estómago del cliente de la venta y a continuación el vino.

 

Cervantes llama a las tapas, previas a la comida principal, llamativos, y Quevedo los llama aviso o avisillos. Tenían en común que eran salados, para conseguir un objetivo claro: beber más y, en definitiva, hacer más gasto al ventero. También incita al apetito que acabará de saciarse en la comida, aunque en la actualidad, y desde hace años, se puede comer de tapas, dada su variedad y consistencia. De hecho la expresión "comer de tapas" es muy habitual en los últimos años.

 

Bajo este nombre se acogen los pinchos, las cazuelitas o raciones y los montaditos, aunque son diferentes en su elaboración y concepto.

 

El escritor Fernando Díaz-Plaja escribió en su libro "Los siete pecados capitales "  –para indignación y desesperación de los andaluces- No hay en toda España quien menos a gusto se sienta ante una mesa colmada de viandas. No hay en España quien más a gusto esté horas y horas ante una barra colmada de tapas. No es cierto que el flamenco no coma. El flamenco come, pero de pie, para apoyar las copas de vino que van deslizándose por su garganta...

Lo cierto es que no sólo a los andaluces les gusta ir de tapas, es una costumbre muy española y que gusta a todos.

Es tal el auge que en los año 90 del sigo XX, se lanzó un concepto de "cocina en miniatura", que era en definitiva minimizar en cantidad grandes platos y que se servían en determinados bares y restaurantes, sobre todo en San Sebastián. Es decir, tapas y pintxos , pero con cierta sofisticación.

 

En el siglo XXI existe el Concurso Internacional de Tapas en Valladolid con la participación de cocineros de todo el mundo.